domingo, 20 de enero de 2013

Puntillismo. SORAYA


El puntillismo consiste en hacer un dibujo mediante puntos. De esta manera los dibujos deben expresar de una manera diferente que los cuadros convencionales. Normalmente se utilizan colores contrapuestos para darle un sentido y contraste al cuadro, de esa manera se da mayor protagonismo a la parte que quieras.


Dentro del puntillismo encontramos a autores tan importantes como G. Seurat con obras conocidas como "Tarde de domingo en la isla del Grande Jatte".
También podemos encontrar otros autores como Paul Signac con obras como "Domingo".

 











A continuación presento mi dibujo de puntillismo.


En esta imagen podemos ver una furgoneta (volkswagen T1) que aunque esté camuflado entre los puntos de diversos colores, se diferencia la imagen principal.
Se ha realizado con el estilo del puntillismo como podemos comprobar en la imagen al ver que todo son puntos.
Se trata de que todo el cuadro esté pintado a base de puntos sin dejar huecos vacios de color, aunque no es necesario saturarlo.



Cuadros humanos. SORAYA

Como yo ya había ido al Museo del Prado, el día que se hizo la excursión no fui con todos.
Pero eso no quiere decir que no viera cuadros, los vi de una manera más peculiar.

En clase de Educación Corporal tuvimos el museo en clase. Representamos nosotros mismos algunos cuadros como:

Lección de anatomía del Dr. Tulp ----> Rembrandt

Éste fue el que representé con mi grupo.

Unas veces representábamos el cuadro, tal y como es, otras veces lo representábamos por lo que nosotros creíamos que podía estar pasando en el momento del cuadro, la historia que llevaba en el momento que estaba siendo pintado.

viernes, 18 de enero de 2013

IMAGEN SALLY MANN.Sara Guerra López




La autora de esta fotografía es Sally Mann, una fotógrafa americana nacida en 1951 en Lexington, que emplea la técnica del blanco y negro.
Sus fotografías tienen un gran misterio y suelen desarrollarse en entornos mágicos frecuentados por desnudos no eróticos. Entre sus personajes destacan los niños y adolescentes, normalmente cercanos a su entorno, su familia, gente de su pueblo…
La imagen utiliza la técnica del claro-oscuro y tiene un carácter simétrico con una composición en forma de “T”
En esta imagen se observan dos planos: en primer plano, y al que va dirigido el foco de atención la niña y las manos del hombre, que se sitúa en segundo plano, y al que no se le ve la cara, lo que más destaca de él son sus manos sujetando a la niña por los brazos.
La niña muestra enfado en su rostro y algo de tristeza, llama mucho la atención la mirada de esta y las manos destacadas con un color más oscuro que sujetan a la niña.

martes, 8 de enero de 2013

Los dibujos animados toman en serio a los niños. Estefanía Del Río

Esta noticia me ha llamado mucho la atención. Os recomiendo su lectura.

Aqui os dejo el enlace
 http://www.informador.com.mx/entretenimiento/2012/424441/6/los-dibujos-animados-toman-en-serio-a-los-ninos.htm

Esta es la noticia 


Las películas de princesas sumisas han llegado a su fin para darle fuerza a personajes más humanos

PARIS, FRANCIA (15/DIC/2012).- Setenta y cinco años después de "Blancanieves y  los siete enanitos", los dibujos animados ya no tienen tabúes ni fronteras y toman en serio a los niños. Ahora hay otros héroes que hacen las delicias de pequeños y mayores: una princesa rebelde o un niñito africano en lucha contra los prejuicios.

"Desde Walt Disney y sus historias que evitaban los temas serios, hemos  cambiado de planeta y de siglo", explica Michel Ocelot, el padre de "Kiriku",  un niñito africano nacido en 1998 en el cine, cuyas aventuras permitieron dar  "un giro", según los profesionales consultados.

En 40 años, "hemos pasado de los dibujos artesanos pintados a mano a las  imágenes digitales, en 3D, con un ritmo de producción acelerado; la hegemonía  de los estudios Disney cayó", recalca Frédéric Nagorny, profesor de animación.

La gran diferencia, añade Ocelot, es que "ya no se cree sistemáticamente  que los niños son imbéciles. Cuando hay princesas, como 'Valiente' (de Mark  Andrews, Brenda Chapman, 2012, Disney/Pixar), éstas ya no dicen 'amén'".

"Se ríe y se sueña mucho, pero las historias integran (el mundo) real en cuentos modernos. Se puede contar todo, lo que va bien, pero también lo que va mal", analiza Marguerite Abouet, autora del cómic "Aya de Yopougon", que cuenta las andanzas de una joven marfileña.

"Incluso en Disney, se acabaron las historias para 'niñitos buenos'. Se  habla de medio ambiente, de la independencia de las niñas. Era inconcebible  hace tan sólo unos años", insiste Ocelot.

De "Toy story" a "Lorax" o de "Shrek" a "Kirikou", por ejemplo, los héroes  se parecen al ciudadano de a pie.

Juguetes, animales, monstruos, niños, adolescentes o ancianos... los  protagonistas de hoy en día "tienen problemas como todo el mundo, intentan  vivir con los demás, que a menudo son los malos (padres, vecinos, colegio). Uno  se identifica con ellos", añade Abouet.

Las brujas se deprimen  


Kirikou, un niño negro, chiquitín, ágil y desnudo, vive en una aldea  africana imaginaria. Su bondad y su gran inteligencia le permiten ayudar a los  habitantes. Pero no sólo eso. La primera historia "Kirikou y la bruja" (1998)  -cuenta Michel Ocelot- "está basada en la violación colectiva de una joven".

"Comienza con gran dureza pero hago un cuento más bien tranquilizador.  Hablo de por qué la gente es mala, del perdón, de no tragarse cualquier explicación. En el último episodio (Kirikou y los hombres y las mujeres), que  salió en octubre, abordo el racismo, y Karaba (la bruja) se desmorona, ya no soporta su soledad".

Incluso cuando hay superhéroes, algo frecuente en Estados Unidos, "se les  ridiculiza", sostiene Nagorny. De ahí el éxito mundial de 'Shrek' o de 'El origen de los guardianes' del estudio DreamWorks. Papá Noel, tatuado, cuenta en su  equipo con el Conejo de Pascua armado con un bumerán y huevos explosivos.

En "Ernesto y Celestina", unos dibujos animados en acuarela, un oso marginal, músico y payaso, conoce a una ratoncita que sueña con ser pintora o dibujante, pese a estar predestinada para ser dentista.

Y el "vivieron felices y comieron perdices" se ha convertido más bien en  "se casaron, tuvieron hijos, se divorciaron, se interesaron por otras personas  e intentaron vivir en un mundo que avanza muy rápido", concluye con ironía  Abouet.